“El Árbol y la Zarza…”
Yo confiaba en el Señor…pero creí que los hombres también tenían razón y confié más en ellos…
Yo estaba rodeado de amigos…pero ahora no sé donde están, parece que estoy en un lugar donde no vive nadie…como si fuera un desierto.
Yo siempre vivía bien, sin angustias, feliz, sabiendo que aun en la peor época las dificultades se superan…
Yo era un árbol…pero casi sin darme cuenta, no sabiendo ni como pasó, lentamente…muy lentamente me convertí en zarza; en zarza del desierto, la que vive en sequedad, en tierra de sal, donde nadie más quiere estar.
Será que todavía puedo ser aquel árbol plantado junto al agua, que extiende sus raíces hacia la corriente y no teme que llegue el calor???
SÁNAME, SEÑOR, Y SERÉ SANADO.
SÁLVAME Y SERÉ SALVADO…
“El que se aparta de ti, quedará como algo escrito en el polvo, porque abandonó al Señor, AL MANANTIAL DE AGUAS VIVAS”
Adaptación de Jeremías 17:5-14
Ivana F.
2 comentarios:
Re groso loco!!!!
me encanto!!!
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